Siempre odie a quienes hacian eso. Y ahora me ves cómo lo hago yo. Me pregunte cuando, aunque muchos crean que el tiempo es inxistente y creer en el sea demasiado vulgar, aunque muchos crean que se posee toda una vida, larga, efímera. Aunque muchos crean, el tiempo en sí, no existe, no lo ves. No es.  Somos nosotros el tiempo. Somos nosotros los años, las vidas que corren, y que hacen correr el tiempo, por cada momento pasado, por cada experiencia vivida, por casda circunstancia triste, odiosa, simpática. Pero, odie a quienes hacían eso, y ahora me ves hacerlo a mi, con a mas grata sonrisa te miro y digo, Disculpa. Dis cul pa me. Son cosas de la tentación. Qué estupida. Sabes, además de ser vos y el otro vos, hay un tercer vos. Que loco. Toda la noche pensando  o intentando pensar con la mayor cordura posible que el estaba ahi, y diciendome a mi misma que me calmase las ansias de ir y decirle algo obviamente fuera de los parametros de la cordura. Toda la noche. Y cuando no recuerdo nada, y cuando no tengo conciencia pura, esta tu nombre, como un recuerdito bobo flotandome en toda la sangre, escarvando mi sonrisa hasta convertirla en un pozo sin fondo, oscuro que solo dice, Ahí esta él. Otra vez. Ya no más.